La unionense María del Mar Zaplana se estrenó en una silla especializada para pruebas senderistas gracias a la iniciativa del colectivo Zancadas, pero no pudo culminar la Ruta del 33 debido a la lluvia, pese a lo cual quedó maravillada por la experiencia que en los próximos días se extenderá a Calblanque y, cuando pueda ser, intentar nuevamente recorrer la legendaria senda que une La Unión y Portmán. "El lado bueno de la grave enfermedad que padezco es que estoy descubriendo gente maravillosa", expresa María del Mar, a quien La Unión de Hoy acompañó en un tramo de su estreno.

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María del Mar Zaplana podrá cubrir el Camino del 33 en silla de ruedas

La vida de María del Mar Zaplana cambió de forma radical hace un par de años. Como cualquier otro día, se fue a levantar de la cama, pero no sentía las piernas. Ahí empezó su particular calvario, en el que siempre está arropada por su esposo. Padece una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), además de ir perdiendo la visión de forma progresiva. Sin embargo, ella es luchadora y se niega a apartarse de la vida social de su tierra. El pasado 25 de agosto tomó la salida de la X Ruta Nocturna Camino del 33, pero su silla de ruedas no estaba preparada para ese recorrido.

El colectivo altruista 'Zancada sobre ruedas' leyó el artículo de La Unión de Hoy y ofreció a María del Mar efectuar la ruta en una silla 'Joelette', lo que cargó de ilusión a la unionense. La salida se fijó para el domingo tarde, pero la previsión de 'gota fría' llevó a trasladar esa cita a la mañana del sábado, porque no estaba previsto que lloviera. Nuevamente las previsiones climáticas han sido un fiasco en esta ocasión. En la mañana del sábado llovió, quizás más que el resto del fin de semana.

En la plaza Joaquín Costa estaban los protagonistas. María del Mar iba a efectuar la ruta acompañada por Julio, un cartagenero que sufre parálisis cerebral y cuyo espíritu de superación es también un ejemplo, siendo quien administra las redes sociales de este colectivo sin ánimo de lucro. Ambos ocuparon las dos sillas, una sufragada por el ayuntamiento de Cartagena y otra que fue costeada en su momento por Asido. "Algunos de los que las han utilizado en diversas rutas nos han dicho que tenían la sensación de que iban corriendo", nos dice una de las integrantes de Zancadas. También estaba la madre de Miriam, una chica cartagenera que falleció el pasado 25 de diciembre con casi 30 años de edad. "Este recorrido se lo voy a dedicar a ella", indicaba a La Unión de Hoy la unionense.

Seguía lloviendo y se dudaba entre suspender o efectuar un recorrido reducido, pero los 'capitanes' de Zancadas decidieron lanzarse a la aventura, pues tampoco en ese momento la lluvia era excesivamente copiosa. Con mayoría de plásticos comprados en un comercio multiprecio, el grupo se puso en marcha con alegría y así fueron en su reto. "La verdad es que ha sido magnífico, pues yo iba como volando y los que me acompañaban cantaban, era genial", expresa María del Mar, para quien era la primera vez que se adentraba en la ruta del 33 y lo hacía con una visión muy reducida ya. "Me iban diciendo por donde pasábamos, pero como no tenía recuerdos visuales, no podía situarme y me lo tenía que imaginar. Fue estupendo y cargado de nuevas sensaciones", apunta, para después cargar de elogios a Zancas. "Son estupendos y hacenuna labor fantástica, que recomiendo a todos. El lado bueno del problema que sufro es que estoy descubriendo gente maravillosa con la ONCE y Zancadas, por ejemplo", asevera.

Al llegar a la entrada de la mina Agrupa Vicenta arreció la lluvia. El grupo se refugió, pero la situación persistía, por lo que hubo que regresar 'como sopas', pero contentos. "Me han dicho que en otro momento haremos la ruta, pero antes, en los próximos días, recorreré en ruta senderista con Zancadas el parque de Calblanque", concluye.