"El Cante de las Minas se reinventa constantemente y cada año sus notas están en un tono más alto"


Pedro López Milán, presidente de la Fundación que gesta cada año el gran festival y alcalde de La Unión, resalta las señas de identidad de un certamen "único, diferente y propio", que cada año trata de superarse, como refleja el programa de esta edición, tanto en los terrenos de las galas como en su auténtica razón de ser, el concurso. Además, resalta la "amplísima" agenda cultural y su apuesta por la formación cultural, junto con un ciclo de 'El cante en la calle' para que todos los vecinos "se sientan cada vez más partícipes y orgullosos de este Festival, porque no es de uno o de otros, es de todos".



Pedro López Milán encabeza el amplio equipo de trabajo que hace posible que el gran certamen flamenco brotado de la esencia de La Unión siga latiendo con fuerza en cada edición... y van cincuenta y nuevo.

"Pocos festivales pueden tener un palmarés de 59 ediciones celebradas de forma ininterrumpida, como sucede con el Festival de Cante de las Minas. En la zona de Levante está el de habaneras de Torrevieja, pero a nivel nacional son muy escasos. Esa longevidad hay que achacársela a muchas personas que han trabajado por nuestro festival en todo este tiempo. A ellos hay que agradecérselo y en eso estamos, que el Festival siga cumpliendo años, pero en lugar de envejecerlo está rejuvenecido y actualizado, siendo un festival del siglo XXI".

El flamenco está viviendo una época dorada, lo que también ha generado que surjan más festivales por el territorio nacional, algunos de ellos próximos a La Unión. Sin embargo, no hay disputa, sino un entente cordial que es de valorar dentro de que cada uno busca lo mejor para su público, siendo el certamen unionense referencia para la gran mayoría.

"El Festival Internacional del Cante de las Minas es diferente. A nivel de concurso es el mayor festival flamenco que se realiza en la actualidad, pero también es especial porque es algo propio. Nosotros organizamos un festival con cantes que nacieron en esta tierra y lo celebramos al pie de la sierra minera. Es una gran herencia cultural, la única mina abierta en producción que queda en el municipio, la cual debemos preservar y desarrollar. No todos los festivales pueden decir lo mismo y eso nos diferencia de los demás, que defendemos nuestra propia historia".

Cada edición del Cante de las Minas tiene muchas vertientes, pero un icono es, sin duda, el Mercado Público, tanto porque por su escenario pasan los artistas consagrados como los que anhelan la gloria flamenca.

"Las galas no son lo más importante del festival, pero el hecho que por las tablas de la Catedral del Cante hayan pasado los mejores hace que todos los años tengamos que reinventarnos para traer lo más novedoso y el flamenco con más solera. La edición de este año es bastante importante. Es una edición ortodoxa, pero con una pizca de un flamenco más convencional. Este años tenemos a José Domínguez 'El Cabrero', que se retira tras más de cuarenta años de trayectoria y al que vamos a galardonar con un 'Castillete'. También contaremos con un flamenco joven, como el de Samuel Serrano, y con Pasión Vega, que es un flamenco más comercial y con el que atraemos a un amplio público, al igual que con José Mercé. Y también poco podemos decir de Jeromo Segura, de Pedro 'El Granaíno' de Farruquito, de Pele... Sólo con pronunciar sus nombres se dice todo y oírlos es una gozada".

Ahora nos centramos en los concursos, la piedra angular.

"Son los que verdaderamente da sentido a nuestro festival, que nació en 1961 para preservar los cantes mineros: la minera, la murciana, la taranta, la cartagenera, la levantica, el taranto... Eso es lo que verdaderamente nos da sentido y nos diferencia de los demás. A partir de ahí creció el festival y se incorporaron otros concursos, como el Bordón para la guitarra, el Desplante (que se desdobló el pasado año en masculino y femenino) y el Filón para cualquier instrumento que versione temas en flamenco. En todos ellos hemos visto grandes artistas. El Festival sigue creciendo y va tomando notas en un tono más alto, y siguiendo vivo y latente, cuando hay festivales que mueren por no variar nada. Este festival debe reinventarse porque es algo nuestro, que surgió de las entrañas de la tierra de las gargantas del dolor y la reivindicación de los mineros. Lo que de verdad lo que nos importa es que nos conozcan, que conozcan nuestros cantes, esos cantes de levante que son tan difíciles; esos cantes que llegaron de Andalucía y que aquí cambió con esos fandangos mineros sufriendo estos cantes tan propios como son los cantes de levante".

Conseguir que el programa de cada año atraiga el mayor número de visitantes es una labor que se desarrolla a la par de la de conseguir que los vecinos estén cada vez más implicados.

“El Cante de las Minas no es de uno o de otros, es de todos, y el pueblo se tiene que sentir orgulloso y partícipe de él. Es lo que pretendemos y lo que tiene que ser. El Festival tiene que ser nuestra enseña, una enseña cultural y para eso nosotros trabajamos en un terreno cultural a través de la Fundación del Cante de las Minas, que hace lo posible para que llegue a los colegios y para todo el mundo. También sacamos el festival a la calle, para que aquellos vecinos que no puedan disfrutarlo, que por la razón que sea no puedan ir a las galas, lo puedan sentir".

El trovo también está consolidándose en su espacio dentro del certamen.

"Apostamos por él porque un arte también nuestro que queremos que cale en la sociedad unionense. Creo que lo estamos consiguiendo y siempre hay que ir a un poco más”. 

La agenda cultural es variada y con connotaciones propias.

“La de esta edición es amplísima y una parte de la misma se centra en la formación, con cursos de cante, de toque, de baile, de percusión. Con independencia de los que somos de aquí, queremos que aquellos que nos quieran conocer puedan formarse. Un ejemplo es el Festival de Jerez, donde va mucha gente de fuera que quizás no van a las actuaciones, pero sí por aprender, por sentir, por conocer. Cuando se conoce algo se quiere y eso es lo que nosotros tratamos de conseguir”.



La Fundación del Cante de las Minas gestiona todos los frentes todos los días del año, como requiere un acontecimiento anual de esta envergadura. Desde hace unos meses, es parte del Consistorio. 

"La Ley marca que la Fundación debe estar adscrita a una administración y en este caso, siendo el Ayuntamiento la más cercana y la que más aporta a nivel económico, hemos decidido, tras consultarlo con la consejería de Educación y con la delegación del Gobierno en representación del Ministerio, esa adscripción. Ahora la Fundación depende del Ayuntamiento, lo que nos da una seguridad jurídica muy grande. Nunca nadie va a poner en duda la realización de este festival y creo que ha sido un paso muy importante y que nos sintamos mucho más cómodos”.

Por último, el presidente de la Fundación y regidor del municipio, expresa sus deseos para esta quincuagésimo novena edición.

"Todas las ediciones dejan muchos recuerdos y muchas anécdotas, pero sobre todo impera la sensación del deber cumplido de ver un año más como este Festival está en lo más alto y que a nivel internacional el municipio de La Unión suena. Éso se lo debemos al Festival y a esta gran herencia que nos dejaron”.

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