La enfermedad de Alzheimer suele aparecer en la mayoría de los casos a partir de los setenta años, y es una enfermedad neurodegenerativa, por lo que puede llegar a causar demencia senil, es decir, la pérdida de las facultades mentales del anciano. Es una enfermedad que suele sumergir a la familia en un eterno círculo de culpa, dolor, tristeza e impotencia, del que solo se puede salir, pidiendo la ayuda pertinente.

• Impacto del Alzheimer en la familia y los amigos

Algunos de los sentimientos más comunes que experimentan las familias ante la aparición de los primeros síntomas del Alzheimer son la culpa, el dolor frente a la pérdida, y la ira.

Culpa
Es bastante común sentirse culpable por la manera en que la persona con Alzheimer fue tratada en el pasado. También los familiares suelen sentir culpa al sentirse avergonzados por el extraño comportamiento del paciente o por sentir que la situación los sobrepasa. Incluso en muchas ocasiones, cuando se decide la internación del anciano, los familiares se sienten culpables, culpables de no ser ellos quienes cuidan al enfermo y de no permanecer fieles a la promesa de “siempre te cuidaré. Sin embargo, es importante señalar que los pacientes con Alzheimer, requieren de cuidados especiales, como una atención monitorizada permanente, que es casi imposible, si no se cuenta con un entrenamiento profesional.

Dolor frente a la pérdida
Si un familiar cercano desarrolla demencia senil, los familiares se enfrentan a la pérdida de la persona que solían conocer, y más doloroso aún, a la pérdida de una relación.

Enfado
Es natural que los familiares más cercanos se sientan frustrados y enojados, ya que tienen que actuar como cuidadores. También pueden llegar a sentir que otras personas del círculo familiar no colaboran de la misma manera, e incluso se sienten incomprendidos y poco contenidos por las autoridades sanitarias.

Es importante que las personas cercanas a los pacientes con Alzheimer, entiendan que todos estos sentimientos son absolutamente normales, ya que no solo se enfrentan a observar como un ser querido ve disminuidas sus capacidades mentales, sino a un cambio estructural dentro del seno familiar.

• Pedir ayuda es necesario para enfrentar mejor el cuidado de los pacientes con Alzheimer

Para muchos cuidadores de pacientes con Alzheimer, la situación puede resultar desbordante. Muchos de ellos terminan teniendo serios problemas de salud, tanto física como psicológica. Los efectos en los cuidadores son diversos y complejos.
Estos incluyen:

- Mayor riesgo de enfermedad física: los cuidadores tienen un mayor riesgo de padecer diversos problemas físicos, incluidos problemas cardiovasculares, menor inmunidad, patrones deficientes de sueño y niveles más altos de enfermedades crónicas como diabetes, artritis, úlceras y anemia.
- Disminución del bienestar emocional: los niveles de angustia psicológica son significativamente más altos en los cuidadores de pacientes con Alzheimer que en aquellos familiares que deciden no cuidar del paciente en forma personal. El estrés del cuidador puede ocasionar problemas psicológicos graves, como depresión y ansiedad, que deben tratarse de inmediato.
- Aumento del aislamiento social: a menudo, los cuidadores carecen de contacto y apoyo social y, como resultado, experimentan sentimientos de aislamiento social.Son personas que tienden a sacrificar sus propios espacios y sus actividades de ocio y pasatiempos, reducen el tiempo con amigos y familiares y abandonan el empleo para dedicar tiempo a su ser querido.
- Crecientes desafíos financieros: los costos asociados con el cuidado de un ser querido con la enfermedad de Alzheimer son importantes. Estos costos incluyen atención médica, pruebas de diagnóstico, productos farmacéuticos y atención personal de enfermería a domicilio. Otros costos que también deben contemplarse son la pérdida de ingresos de los cuidadores familiares a medida que renuncien o reduzcan el empleo.

Para los familiares cuidadores de pacientes con Alzheimer, es fundamental la posibilidad de contar con asesoramiento médico de primera mano, como así también contar con el apoyo de otros amigos y familiares. No sentirse solo en este proceso es fundamental, para que resulte mucho menos doloroso.