Vecinos de la urbanización vuelven a dirigirse al 'Buzón de los lectores' para denunciar, con apoyo fotográfico, el abandono que sufre su parque, afirmando que el gobierno municipal les aseguró a principios de diciembre que tomaría "cartas en el asunto", lo que no ha sucedido.

• Noticia relacionada: Los vecinos de Sabina Golf denuncian la situación de abandono que sufren

Texto del escrito remitido a esta redacción:

Viendo estas fotos cualquiera podría pensar que se encontrase en lo bajos fondos de una ciudad tercermundista. Pero nada más lejos de la realidad (o tal vez no). Se trata de un barrio perteneciente al municipio de La Unión: Sabina Golf.

El pasado 5 de diciembre de 2018, el excmo. señor alcalde, estrechando la mano de los vecinos de este barrio de La Unión, prometió tomar cartas en el asunto que concierne a la deplorable y peligrosísima situación en la que se encontraban las zonas comunes de esta urbanización, y más en concreto, los parques de la misma.

Es importante recordar, para acallar aquellas voces que aún esgrimen como argumento válido el hecho de que el mantenimiento de esta urbanización es de régimen privado, de que la gestión de esta urbanización es de régimen público y que, por tanto, el mantenimiento y limpieza de la misma también lo son. Así fue reconocido por el alcalde quien recordó a los vecinos de Sabina Golf, que la urbanización aún no se encuentra entregada (después de 10 años), aunque existe un aval que cubriría los gastos que se derivasen de las actuaciones necesarias a llevar a cabo para poder proceder a dicha entrega. Este aval está pendiente de resolución judicial por esta la constructora en concurso de acreedores.

A pesar de todo ello la alcaldía reconoció que la situación es de extrema gravedad por peligrosa, insalubre e indecente, y prometió con un sincero apretón de manos que el Ayuntamiento tomaría cartas en el asunto a la máxima brevedad posible.

Hoy ésta es la situación actual de Sabina Golf. Vale más una imagen que mil palabras. Es una tristeza, una vergüenza, es impotencia y rabia. El 'donde dije digo, digo Diego' vuelve a quedar patente.

Zonas de recreo infantil destrozadas y abandonadas, farolas con alta tensión en funcionamiento en la puerta de las casas de los vecinos y sin sus tapas (aquí viven niños por el amor de Dios), flora y malas hierbas descontroladas, el firme de los parques desaparecido y las plagas de pulgas, garrapatas y ratas campan a sus anchas. Eso sí, de vez en cuando nos cambian las bolsas de las papeleras oxidadas".

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