La Audiencia acogió en Cartagena el juicio contra un hombre, natural de Ghana, para quien piden siete años y medio de cárcel como autor de una agresión sexual en diciembre de 2009, mientras que la defensa, que lleva de oficio el letrado unionense Félix Cros pide que sea absuelto en base a que el acusado afirma que fueron relaciones consentidas. El juicio quedó visto para sentencia.

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La petición de pena que solicita la fiscal es de siete años y medio de prisión, por un delito de violación (artículos 178 y 179 del Código Penal), más nueve años de incomunicación con la víctima una vez que salga a la calle. También solicita 600 euros de multa por una falta de lesiones. El juicio no se pudo celebrar en el pasado mes de octubre, al no comparecer el acusado, quien una vez localizado está en prisión, desde donde ayer fue trasladado a la sala de vistas de la Audiencia.

El acusado afirmó en su declaración que fue la mujer quien le propuso mantener relaciones sexuales a cambio de 20 euros, mientras que ella sostiene que fue forzada, relatando que abandonó de madrugada una discoteca del Barrio Peral (Cartagena) sin su novio, debido al estado de embriaguez que éste presentaba, y una persona se ofreció en acercarla a su coche. Este hombre le propuso relaciones, a lo que ella se negó, por lo que la abandonó en un descampado. "Estaba desorientada, cuando apareció una persona con cara oscura y me lanzó con violencia al suelo, golpeándome la cabeza. Al despertar, yo tenía los pantalones bajados y lo tenía encima; entonces saqué fuerzas, no sé de donde, lo aparté y corrí. En mi vida he sentido tanto miedo como esa noche", relata, añadiendo que alcanzó la carretera, "donde gritaba 'socorro', pero no paraban los coches, hasta que apareció la Policía Local, a la que estoy enormemente agradecida".

La fiscal le trasladó la versión del imputado, respondiendo ella que es "falso, pues tengo mi trabajo y no necesito eso". El abogado de la defensa, Félix Cros, por su parte, le preguntó por qué dijo al principio que no quería seguir adelante con esta causa. "Porque estaba viviendo una pesadilla", respondió.

Después declararon los policías locales, tanto los que atendieron a la mujer como los que arrestaron al sospechoso, quien se encontraba a escasos veinte metros del lugar, "quien no intentó huir", dijeron. Respecto al estado de la mujer, señalaron que estaba "muy nerviosa, sobresaltada, desorientada, con ropa sucia de haber estado en el suelo y un arañazo". Respecto a si percibieron síntomas en la mujer de ir bebida, hubo variedad de opiniones. También dijeron que el acusado llevaba restos de barro y tierra en sus vestimentas. La funcionaria del Instituto de Anatomía Forense dijo que olía a alcohol, "pero era consciente de lo que contaba, relatando detalles con coherencia".

La fiscal, en sus conclusiones, afirmó que el acusado negó al principio haber mantenido relaciones sexuales "y ahora lo reconoce como consentidas, lo que muestra su falta de credibilidad. También faltó a la verdad al decir que ella iba detrás de él para reclamarle los 20 euros, cuando el que la seguía era el imputado. Nada ha desvirtuado lo que dice la víctima y hay pruebas biológicas consistentes".

La defensa, por su parte, apuntó que la única prueba de cargo "es la declaración de una mujer que reconoce que iba borracha, que primero dijo que iba con varios hombres en el coche y luego que era uno… Esas contradicciones hacen dudar de su testimonio y las caídas pudieron deberse a su estado. Tampoco tiene sentido que el acusado, quien no dijo la verdad al principio por miedo a ser expulsado del país, no se marchase si fuera un violador", dijo Félix Cros para sostener su petición de absolución.

El tribunal, presidido por Miguel Ángel Larrosa, dio la última palabra al acusado antes de cerrar la sesión, indicando el apuntado, a través de un intérprete, que era mentira "lo que dice ella", que es "inocente" y que en su país "la violación es también un delito, por lo que hubiese huido, pero no hice nada".