Momento en que el balón enviado por el unionense Iván Santiesteban entra en la meta visitante

El conjunto de Suministros Mayor-La Unión da la vuelta al partido frente al Águilas con dos goles en los minutos 80 y 84, colocándose ahora a cuatro puntos de la zona de ascenso y encadenando nueve jornadas sin doblar la rodilla. Incluye GALERÍA DE FOTOS  y VíDEO del último cuarto de hora del encuentro

• Iván Santiesteban inició la remontada (“Tenía unas enormes ganas de marcar después de mi autogol”) y Quinín cayó lesionado
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Partido del Grupo XIII de Tercera División. Polideportivo municipal de La Unión, ante unos doscientos espectadores. Además de la grada de entrada, se ha acotado por seguridad, ante el riesgo de derrumbamiento, la zona superior de la grada lateral más alejada a la entrada al recinto. Mañana con viento frío y primera vez esta temporada que se vieron prendas de abrigo.
LA UNIÓN-SUMINISTROS MAYOR: Alberto, Segura, Santisteban, José María, Quinín (Bauti), Rubén, Afridane, Cuco Ros, Gabi (Fernando, 64'), Ketchu y Loren (Comino, 92').
ÁGUILAS CF: Javi Soto, Fran, Emilio, Rubén, Javi Piñero, Javi Méndez (Diego, 69'), Ramón, Xavi  Ginés  José David y Perico (Miguel, 78').
ÁRBITRO: Iván Fuentes Torrano. Discreta actuación. Expulsó con roja directa a Rubén, del Águilas, por entrada violenta a Loren en el minuto 88.
GOLES: 0-1. Min. 6: Santisteban en propia meta de cabeza en un mal entendimietno con Alberto. 1-1. Min. 80; Santisteban marca desde la frontal del área tras desviar el balón un zaguero. 2-1. Min, 84: Bauti transforma el penalti del que había sido objeto.

Los partidos duran noventa minutos, pero para La Unión parece que esta temporada casi todo se cuece en el tramo final de cada envite. Esta vez la ‘víctima’ fue un Águilas que llegaba con bastante ventaja de puntos en la tabla respecto a los blanquiazules y que estuvo mandando durante 74 minutos en el partido, pero entonces dos zarpazos, otros tres puntos a la caja, novena jornada consecutiva sin perder y reducción a cuatro puntos de la zona noble del grupo, es decir, entre los cuatro primeros.

El partido pronto se puso en contra. Iván Santiesteban quiso ceder a su portero el balón de cabeza mientras que el meta salía a por él. Falta de comunicación, malentendimiento y autogol. Otro contratiempo fue la lesión de Quinín, en un encontronazo de su rodilla con un adversario, que le obligó a abandonar un terreno de juego. Ya con el marcador adverso, Moreno Boluda optó por dar entrada a un delantero (Bauti) por el zaguero.

El Águilas parecía más asentado, tenía más tiempo el balón en sus piés y no pasó apuros, aunque tampoco los generó en la meta local, aspecto éste muy importante para mantener la esperanza por parte unionense. Así, casi sin actividad en el entorno de ambas porterías, transcurrió casi todo el tiempo en un partido que, haciendo juego con la temperatura, estaba falto de más calor por parte local.

Pero llegó ese tramo final del partido y La Unión se apuntó ‘las diez de últimas’ en este particular juego de naipes. Muy posiblemente, el equipo de Moreno Boluda sea el que más goles ha metido esta temporada en ese cuarto de hora final entre todos los equipos de su categoría, lo que habla muy bien de su fe y de su puesta a punto física.

Primero fue el unionense Iván Santiesteban quien marcó para igualar el marcador y sacarse la ‘astilla’ que llevaba clavada desde el minuto seis. “Tenía una ganas enormes de desquitarme del autogol”, indicaba a este periódico tras concluir el partido. Minutos después, Bauti entra en el área y es zancadilleado. El árbitro no lo duda y señala el punto de penalti, siendo el propio delantero quien termina de voltear el resultado. Después de la ‘auto-expulsión’ del delantero hace dos semanas, su actuación y gol en este partido también le ha permitido redimirse ante los aficionados. Bien por él y por el equipo.

Después poco hubo que reseñar, pues el Águilas ni con el marcador adverso inquietó a Alberto y La Unión jugó más pensando en el reloj. Lo más destacado fue la brutal entrada a Loren del defensa central visitante Rubén, quien dejó diezmado a su equipo.

La alegría se desató al señalar el colegiado el final del partido y los unionistas marcharon hacia el vestuario entre aplausos de sus fieles. Una vez dentro se pudieron escuchar gritos de júbilo del grupo. Estaba más que justificado.

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