Un pueblo en la memoria: La fotografía unionense de principios del siglo XX
El ayuntamiento de Castril (Granada) ha publicado un libro dedicado a Juan Antonio Avilés, un fotógrafo que dio sus primeros pasos en La Unión a inicios del siglo pasado en el estudio que Ángel Martínez abrió en 1896 y en el que lucía el popular lema de entonces: ‘La casa donde salen guapísimas hasta las feas’. En dicha obra se pueden ver algunas imágenes de gran calidad de aquellos años y conocer a ambos fotógrafos.
Juan Antonio Avilés con su maestro, Ángel Martínez, en el estudio de La Unión en 1910. A la derecha, retrato de una matrimonio unionense en el mismo año
Juan Antonio Avilés Sánchez nació el 29 de marzo de 1886, hijo de Apolonio y Concepción, siendo inscrito en el Registro Civil de Cartagena. La familia residía en Tallante hasta que se trasladó a La Unión, donde su padre acabó siendo contratista de minas.
Avilés en un autorretrato (1907), retocando en el estudio (1910) y en la portada del libro
Juan Antonio, según refleja este libro, era hombre de espíritu tránquilo, liberal y tolerante, que conoció en La Unión a Ángel Martínez, quien ya contaba con un estudio fotográfico desde 1896 en la calle Mayor, en el número 55, donde tenía como eslogan publicitario: ‘La casa donde salen guapísimas hasta las feas’.
A principios del siglo XX comenzó a trabajar como aprendiz en el estudio de Martínez, con quien entabló gran amistad, que mantuvo hasta su muerte. Allí se inició en todos los campos de la fotografía, desde el retrato de galería hasta el reportaje. En 1907 fue llamado al servicio militar en Barcelona, donde enriqueció su formación en el estudio fotográfico Cassignol. Al regreso, en 1910, continuó trabajando, ya como empleado, con Ángel Martínez, llegando a cabo todo tipo de encargos. Uno de ellos lo llevó hasta Baza (Granada), que conoció y donde decidió instalarse en 1912, desde donde su campo de acción se extendió por toda la comarca. Posteriormente se instaló en Huéscar y en Castril, dejando una importante muestra histórica y social (sabía combinar a la perfección realidad y expresión) de los hechos más importantes de su época, que se han condensado en este libro que condensa fotografías de estudio con lo que después se denominaría fotoperiodismo. Piedra angular para la confección de este libro ha sido su hija Mercedes.
El libro ‘Avilés. Fotógrafo del Altiplano’ ha sido editado por el ayuntamiento de Castril para el ‘Centro José Saramago’ bajo la dirección de Antonio Teruel Mallorquín.