Es habitual que en tiempo de rebajas queramos hallar prendas de calidad al mejor precio. Continuamente los diseñadores y personal shopper aconsejan a los consumidores que una de las claves para reconocer si las prendas son de buena calidad es la etiqueta. Del mismo modo, si has creado un producto y quieres darlo a conocer, es muy interesante que busques para tu marca personal un etiquetado que sea un elemento distintivo y aporte especialización.

• ¿Pero cómo actuamos cuando vamos a comprar una prenda de calidad?

Como todos sabemos las emociones son elemento esencial en el acto de compra. Además, nos afectan las características del producto y el ambiente en el que nos encontramos. Necesitamos que a primera vista nos guste y sentir el tejido a través del tacto, e incluso del olfato. El diseño, el tejido y la confección son determinantes en la calidad de un producto.

Siempre recordamos experiencias de compra satisfactorias y hacemos uso de los conocimientos que nos han transferido los tutoriales que hemos leído y a los que incluso podemos recurrir en el momento en el mismo acto de la compra.

Por ejemplo, son muchas las recomendaciones que encontramos en la red sobre la respuesta de los tejidos cuando los manipulamos a través del tacto. Frunciendo una parte de tejido con nuestra mano durante unos segundos podremos diferenciar, si la arruga permanece, que se trata de un tejido de lino y no de algodón.

Existen tutoriales que aconsejan quemar un hilo del tejido para poder distinguir unos de otros. El rayón y la viscosa arden rápidamente desprendiendo olor a papel quemado. El algodón también arde con rapidez. La seda tarda en quemarse y también desprende mal olor. La lana se quema poco a poco.

Además, las redes nos enseñan pequeños trucos a tener en cuenta cuando buscamos prendas de calidad. La composición ideal estaría entre un 70 % y un 100% de fibras naturales. Se apuesta por los tejidos de algodón puro o una mezcla con otras fibras puras. Igualmente se aconseja la lana, que aumenta la calidad de la prenda cuanto mayor sea su porcentaje en la composición. La piel y el cuero por su durabilidad y permanencia en perfectas condiciones son una opción también recomendada.

Además del tejido, entre otras cosas, hay que fijarse en la fidelidad entre el corte y el tallaje, que las costuras sean firmes y fuertes, que las cremalleras y botones sean de buenos materiales, etc.

• ¿Pero qué prenda de calidad no dispone de un buen etiquetado?

La etiqueta es una señal de calidad.

La normativa actual obliga al etiquetado de las prendas, y es necesario que contenga la información de la composición de la prenda, nombre o marca del fabricante y lugar de procedencia y su identificación fiscal.

Además de estos datos, en las prendas de calidad, la etiqueta contiene detalles relativos a los cuidados específicos que la prenda necesita.

Evaluar la calidad de los tejidos a través del tacto y de la vista, no es suficiente, por ello las marcas y los fabricantes que apuestan por tejidos de calidad informan activamente de ello a sus clientes, también a través de la etiqueta.

Cada vez más, las personas empezamos a tomar conciencia del impacto de nuestra forma de consumir. Las etiquetas hablan de ropa consciente, ética, ecológica, ecoética, etc.

Cada etiqueta es única. Busca para tu marca personal la que mejor refleje tu imagen corporativa. Añade fiabilidad, calidad y exclusividad a tu producto.

Nunca subestimes la importancia que tiene la etiqueta en un prenda u objeto de calidad.