El Sierramar júnior se anotó una prestigioso, necesaria y valiosa victoria ante un CB Águilas que ganaba por dos puntos y tenía posesión de balón cuando sólo quedaban cuarenta segundos para el final.

Por los locales destacó en la labor anotadora Javi Villaescusa (13 puntos) y Dani Robles (18 puntos, pero la aportación fundamental de Fran López, con un extenuante trabajo de ayudas defensivas a pesar de no anotar ni un solo punto lo convirtió en clave para la victoria.

Finalizado el encuentro, el club unionense invitó a unos refrescos a ambas plantillas, en un nuevo proyecto que intenta apostar por la convivencia y deportividad tanto dentro como fuera de la pista.

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Victoria muy trabajada y necesaria para que los unionenses se sigan aferrando a la posibilidad de pasar a la segunda fase en el grupo intermedio, ya que el líder, EBS Salesianos, acaba la primera vuelta imbatido y con unas muestras de superioridad palpables en cada jornada.

Parciales de cada cuarto: 14-18, 12-9, 16-14 y 11-9.

Anotadores de CB Sierramar:
Dani Robles: 18 puntos
Javi Villaescusa: 13 puntos
Jaime Pérez: 5 puntos (1 triple)
Rubén García: 4 puntos
José Meroño: 6 puntos
Quico Solano: 3 puntos (1 triple)
Mario Garre: 2 puntos
Aaron Tobal: 2 puntos
Fran López: -
Joel Mateo: -
Carlos Leal: -

Árbitros: Jiménez y Castillo.Señalaron 16 faltas a los locales y 15 a los visitantes. Sin eliminados.

El CB Aguilas se presentó con el prestigio que da haber perdido sólo un partido, mientras los de CB Sierramar debían de demostrar que habían superado la derrota, también ajustada, de la semana anterior en Lorca.

Empezaba el partido con la novedad en el quinteto inicial de Joel Mateo, cadete de segundo año que había sido el jugador menos utilizado durante la temporada, pero al que el cuerpo técnico quiso premiar por su constancia. Empezó la ventaja local gracias a un triple de Quico Solano que parecía seguir la buena racha de juego plasmada la semana anterior, pero a mitad del cuarto los visitantes fueron más efectivos llegando a obtener una ventaja de 9-17 en el minuto 8. Un triple de Jaime Pérez sirvió para ajustar las diferencias al finalizar los diez primeros minutos (14-18).

Necesitaban los locales un revulsivo en ataque y éste vino de la mano del escolta Jaime Villaescusa, ausente en el partido de Lorca y sin apenas entrenamiento en la presente semana. Tres penetraciones casi consecutivas dieron la vuelta al marcador y la igualdad dominó el resto del período para llegar al descanso con todo por decidir (26-27) .
En esos momentos ya estaba emergiendo la figura del pivot aguileño Marhuenda, autor de 16 puntos, que unía a su impresionante presencia una efectividad que se traducía en puntos o faltas recibidas. Este hecho se tradujo en la carga de personales de los hombres interiores unionenses (3 de Aaron Tobal y 4 de Mario Garre).
Aguilas se valía de su mayor presencia física y poco a poco los hombres exteriores de CB Sierramar dejaban de atacar con claridad y empezaban a mover el balón pero sin que ninguno tomara la iniciativa. Entonces apareció el alero Dani Robles, muy apagado hasta entonces, para penetrar una y otra vez y lograr 16 de los últimos 27 puntos de su equipo.

Y las alternativas en el marcador derivaron en un parcial de 2-9 a mitad del cuarto definitivo que hizo que a falta de cuarenta segundos la ventaja fuera de dos puntos para los visitantes y balón en su poder. Una buena defensa local acabó forzando pasos en el ataque visitante y tras tiempos muertos de ambos bandos llegó el momento de la templanza en los tiros libres. Navarro por los visitantes falló los dos de que dispuso y Villaescusa por los locales convirtió uno. Una canasta de José Ant. Meroño, que había estado poco acertado durante el partido, puso un punto arriba a los locales. El tiempo muerto visitante, dirigido por un histórico del baloncesto regional, Pedro Bayona, no se tradujo en un buen ataque y la pérdida de balón propició un nuevo tiempo muerto, esta vez pedido por la dupla Yáñez-María Dolores que apostó por jugar sin altura los últimos compases del encuentro. Ocho segundos para el final, un punto de ventaja para los locales y dos tiros libres para Robles que podían certificar la victoria. Convirtió ambos y el ataque a la desesperada con triple visitante que no tocó el aro llevó la alegría a los visitantes.