La Guardia Civil ha detenido a once personas por la sustracción de cableado de cobre de instalaciones eléctricas en La Unión. En uno de los robos que cometieron dejaron a oscuras parte de la diputación cartagenera de Alumbres.

La Benemérita ha esclarecido tres delitos de robo de cobre, cuyo valor del material sustraído y los daños ocasionados superan los 30.000 euros, además de un delito de receptación. Uno de los integrantes era trabajador de una empresa de electricidad que facilitaba información privilegiada.

La operación, denominada Eyasi, forma parte del Plan provincial contra el robo de cobre. Ocho de los detenidos integraban un grupo delictivo ubicado en La Unión y dedicado a la sustracción del denominado metal rojo y a su posterior comercialización ilícita. Otro de los detenidos, electricista profesional, suministraba información privilegiada al grupo delictivo sobre cómo y dónde cometer los robos. A los dos detenidos restantes se les atribuye la presunta autoría de delito de receptación, por adquirir el cobre sustraído.

La investigación se inició a finales del mes de octubre, después de que la Benemérita detectara la comisión de varios robos de cable de cobre en diversas localidades de la comarca del Campo de Cartagena, unos hechos que habían dejado sin alumbrado varias poblaciones y habían generado alarma social entre los vecinos.

Los robos investigados habían sido cometidos en Alumbres y La Unión. Para la sustracción del cableado de cobre, los autores empleaban la fuerza y, en algunos casos, llegaron a originar fallos en el suministro de alumbrado público. Además habían causado daños cuyo valor, junto con el cobre sustraído, superaba los 30.000 euros.

Los primeros indicios obtenidos llevaron a los investigadores hasta un elevado número de personas que formaban un grupo delictivo con sede en La Unión y que podrían encontrarse tras la autoría de los robos de cobre investigados.

Organización estructurada y jerarquizada

El grupo delictivo lo integraban ocho personas, y estaba estructurado para la comisión de delitos contra el patrimonio, entre ellos, la sustracción de cable de cobre en tendidos eléctricos.

Su actividad criminal se iniciaba con la obtención de información privilegiada sobre las líneas que carecían fluido eléctrico para planificar cómo y dónde se debían cometer los robos sin correr riesgos. Estos datos eran facilitados por un empleado de una empresa que realizaba trabajos de electricidad por la zona, y que, presuntamente, estaba vinculado al grupo delictivo.

El segundo escalón de la organización delictiva lo componían varias personas, y su función era la de llevar a cabo la sustracción del cable de cobre. En el tercer y último nivel de la estructura delictiva se encontraban, supuestamente, el gerente y los trabajadores de una chatarrería, que se dedicaban a la adquisición de los efectos sustraídos y su posterior comercialización en el mercado ilícito (receptadores).

Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, durante los últimos días se ha desarrollado la fase de explotación de la operación, que ha culminado con la detención de once personas, todos españoles de entre 22 y 41 años, como presuntos autores de delitos de robo con fuerza y receptación.

Hasta el momento, los guardias civiles han esclarecido tres delitos de robo con fuerza y un delito de receptación.

Los arrestados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena (Murcia).