De negarle el Instituto Nacional de la Seguridad Social cualquier tipo de incapacidad a serle reconocido por el juzgado un cien por cien. Es lo que le ha sucedido a un autónomo de sector de la carpintería metálica en apenas un año, habiendo sido llevado su asunto en los tribunales por Francisco Paterna (en la foto) del despacho de Bernabé Abogados. La sentencia que ahora ha emitido el juzgado de Lo Social número 1 de Cartagena reconoce que sufre una incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo.

El asunto es realmente llamativo, pues contrasta que un organismo declare que una persona es apto para cualquier tipo de trabajo y un juez declare que no puede ejercer labor alguna. Es lo que ha sucedido con un carpintero metálico autónomo, de 47 años de edad, que el 20 de diciembre de 2012 solicitó pensión por incapacidad permanente y el Instituto Nacional de la Seguridad Social declaró dos meses más tarde la inexistencia de incapacidad permanente en ninguno de sus grados. El autónomo no aceptó esa valoración y recurrió por la vía administrativa, lo que no le sirvió, pues se encontró con la misma adversa respuesta el 30 de abril de 2013.

Entonces, optó por la vía judicial a través del despacho Bernabé Abogados, que presentaron la demanda apoyada por unos documentos que daban fe de que sufre gonalgia derecha, condrocalcinosis, cardiopatía isquémica crónica, disnea de esfuerzo, síndorme de apnea obstructiva del sueño en tratamiento con CPAP, diabetes mellitus tipo II, hiperlipemia e hipercolesterolemia.

El juez de Lo Social número 1, Carlos Contreras, en base a esos informes, ha declarado su situación de incapacidad permanente absoluta para todo trabajo con derecho a percibir la prestación económica (100 % de la base reguladora) desde febrero del año 2012.