Su nombre iba a ser Naryiss, pero se le paró el corazón cuando aún estaba en el vientre de su madre, quien ha presentado una denuncia en el juzgado en base a que pasaron 21 horas desde que un médico indicó que debía practicarse una cesárea urgente hasta que se dio por fallecida a la niña. Ahora, la familia, que reside en La Unión, se ha unido a la recogida de firmas y concentraciones exigiendo justicia que lleva a cabo la familia de Aitor, quien murió hace once meses y cuyo asunto está pendiente de juicio. Por su parte, fuentes del Servicio Murciano de Salud anuncian que colaborarán con la justicia pues son los primeros interesados en aclarar estos asuntos, "que en la mayoría de los casos son archivados", indican.

Carmen Beatriz García Rubio, de 22 años de edad, nos muestra la denuncia presentada en el juzgado de Instrucción número 1 de Cartagena, en funciones de guardia, el pasado lunes, el primer día hábil posterior al viernes, fecha en la que la ilusión por la llegada de su primera hija se transformó en "rabia e impotencia", expresa, teniendo que ser sujetada cuando le comunicaron que Naryiss ('flor de narciso' en árabe) había fallecido. La denuncia va dirigida contra las matronas y "cualquier otra persona que sea responsable de esta desgracia", expresa Carmen, quien reside en un piso de La Unión y ha solicitado letrado de oficio en el Colegio de Abogados de Cartagena.

"Yo había salido de cuentas el 20 de mayo y el día 30 ingresé en el hospital de Santa Lucía, donde un enfermero me puso el monitor, que reflejaba un flojo latido de la bebé, diciendo y escribiendo entonces, sobre las diez y media horas, el médico que tenían que hacerme una cesárea urgente. Esperé cuatro horas y después se me subió a planta. Sobre las once y media de la noche pedí el monitor por las fuertes contracciones, pero la matrona dijo que ella sabía perfectamente cuando venía un bebé y sobre la una menos cinco de la madrugada me dio un válium para que pudiera descansar. Sobre las dos y media me bajaron a paritorios y ya no se escuchaban latidos en el monitor, salvo en dos ocasiones que oí un leve ruído. Entonces avisaron a la matrona y poco después me dijeron que lo sentía, que el corazón de la niña no latía".

Así relata Carmen Beatriz su particular pesadilla, que dos días más tarde, el pasado lunes, encauzó hacia el juzgado, siendo su cuñada quien presentó la denuncia, pues ella se recuperaba de la cesárea que finalmente le practicaron, pero para sacar el cuerpo de la niña, que actualmente se encuentra en el Instituto de Medicina Legal, donde se le ha practicado la autopsia. Su madre hace hincapié en que están tratando de conseguir el documento que recoge la orden del médico de que se practicase una cesárea a su hija, "pero sólo tenemos el parte de alta del hospital, donde se recoge la bradicardia (corazón lento), pero nada más, ni la cartilla del embarazo". 

Su cuñada coincidió en la puerta del Palacio de Justicia con la madre y otros familiares de Aitor, que todos los lunes están en dicho lugar informando a los viandantes y recogiendo firmas para pedir justicia. Carmen Meroño, madre de Aitor, le facilitó documentos y los ha informado de otros pasos a seguir. Además, de esta mañana, las dos madres (Carmen Meroño y Carmen Beatriz García), arropada por familiares, se han unido en reclamar justicia, acción que ha llevado a cabo en la rotonda de acceso al hospital de Santa Lucía. Unas llevan unas siete mil firmas y las otras acaban de empezar. Esos documentos serán presentados en su momento en la ventanilla única de la Comunidad Autónoma.

Desde el Área II de Salud de Cartagena y desde el Servicio Murciano de Salud se indica a este periódico que son los "más interesados siempre en aclarar cualquier asunto de este tipo", matizando que su colaboración con la justicia "es total" y que no pueden hacer público "dato alguno mientras esté en la vía judicial". También quieren matizar que entienden los sufrimientos de las familias que pierden a los bébés, pero que denunciar no es condenar y que son los tribunales los que, con toda la información recabada, los que resuelven, siendo mayoría los casos de este tipo que han sido archivado en los últimos meses. Este dato ha sido confirmado a este diario también por fuentes judiciales.

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