El nuevo mandatario de La Unión Club de Fútbol quiere darle argumentos a los aficionados para acudir a ver los partidos “y a sentirse muy orgullosos de su equipo”, del que señala como objetivo estar en la zona clasificatoria para la fase de ascenso, “soy una persona ganadora”. Francisco Guardiola, quien proclama que su corazón es también unionense, se estrena como directivo de un equipo de fútbol con el máximo cargo, “la que estoy echando más horas que cuando era empresario”.

Francisco Guardiola durante la disputa del amistoso La Unión-Minerva

Francisco Fidel Guardiola Fernández (Cartagena, 1955) es la persona que presidirá el nuevo proyecto de La Unión Club de Fútbol, cargo en el que se estrena dentro de un mundo del fútbol que siempre le ha apasionado, primero, en su etapa de chaval, como futbolista hasta la edad de juveniles, y después como fiel aficionado.

Para muchos vecinos de La Unión su nombre es una incógnita, pero no para todos. Y decimos esto porque se trata de una persona de raíces unionenses, pues de esta tierra eran sus padres, Francisco y Purificación, y por aquí jugó muchas horas siendo niño, como recuerda, especialmente en casa de sus abuelos maternos. “Mi corazón es también unionense y no consiento que nadie hable mal de La Unión, algo que los que me conocen saben que es así”, expresa a este periódico. En el aspecto profesional ha sido joyero “hasta hace cuatro años, en que tuvo un incidente y decidí dejar de ser empresario”.

Antes hemos apuntado que será la primera vez que ocupa el cargo de presidente de un club, pero la realidad es que es también la primera vez que se adentra en una junta directiva. “Así es, para mí es algo totalmente nuevo”. Señala al anterior mandatario unionense como canalizador de su presidencia, además de no escatimar elogios hacia José Francisco Beltrán, “es una persona que ha apostado muy fuerte por el fútbol de La Unión (mejor que él nadie lo sabe) y considero que para cualquier equipo de cualquier lugar sería un lujo tenerlo. Él me lo propuso, yo me lo pensé y ya llevo un mes, o más, trabajando para La Unión Club de Fútbol. Estoy echando más horas al día que cuando era empresario”, afirma.

Es entrega que está mostrando está motivada, en buena parte, por la ilusión que tiene hacia esta etapa, en la que quiere aplicar la forma de ser que le ha caracterizado a nivel personal y profesional durante muchos años. “Siempre he sido una persona ganadora, de las que tiran hacia adelante sin mirar hacia atrás. Estoy muy ilusionado y en ilusión no me va a ganar nadie”, señala, anunciando que lso unionenses verán “que el nombre de La Unión lo va a llevar el equipo y yo, personalmente, con mucho orgullo por todos los campos de fútbol”.

Ser presidente, habitualmente, supone que muchos gastos se peguen al bolsillo propio, “palos con gusto no duelen”, apunta, además de estar a expensas de que un simple balón determine alegrías y disgustos. Pasamos al plano deportivo. ¿Qué objetivo tendrá este año el conjunto blanquiazul en Tercera División?, le preguntamos. “No puedo pensar en evitar el descenso o en estar en mitad de la tabla, el objetivo es jugar el play-off de ascenso, como mínimo. Luego se puede ascender o no”, responde, aclarando que no lograr el salto de categoría no debe ser una obsesión, “en absoluto, pues el que se obsesiona no triunfa. Si lo logramos será genial y si no, pues a preparar un nuevo proyecto”.

Del equipo para la nueva campaña aún es pronto para hablar, pues está en la etapa de ajustes de pretemporada. En este terreno nos interesamos por saber si es de los que ‘aconsejan’ mucho o poco al personal deportivo. “Lo primero es aclarar que no soy técnico ni director deportivo. Puedo hacer comentarios, al igual que ellos me lo hacen a mí, pero yendo siempre todos de cara. Lo que no quiero, bajo ningún concepto, son puñaladas y si las hay, la persona en cuestión irá fuera… y si fuera yo, seré el primero en marcharme, pero le aseguro que no lo voy a ser. Sé que soy novato como presidente y que es una labor en la que estoy aprendiendo, pero me gusta hablar las cosas, al igual que no vivir de sueños, sino de realidades”, expone.

Como aficionado al fútbol, reconoce que es de las personas “que sufren en el campo, de los que le gusta ver sólo los encuentros y se meten en una burbuja. Después vuelvo a ser quien soy”.

Facilidades para abonarse al equipo
Por último, hablamos de los aficionados. En su mente fluyen diversas iniciativas para que aumente la gran familia futbolística de La Unión, empezando por esperar un buen rendimiento del equipo. “Vamos a intentar, por nuestra parte, que tengan argumentos para acudir al polideportivo hora y media cada quince días (e, incluso, que viajen para vernos a domicilio), estando orgullosos de su equipo”, proclama, remarcando también que es conocedor de que La Unión “sufre, desgraciadamente, un elevado desempleo, pero a la gente que quiera ir al fútbol vamos a darle las máximas facilidades para que durante hora y media se aíslen de sus problemas”.