Los miembros de la banda de cornetas y tambores Virgen de la Caridad fueron los encargados de marcar el paso un año más por las calles del municipio minero de La Unión a la gran agrupación de María Magdalena en el desfile pasionario del Santo Entierro de Viernes Santo, aunque en esta ocasión multiplicaron al final su presencia en el cortejo procesionista.

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La anécdota de esta procesión fue marcada por el gesto de bondad y solidaridad que el responsable de la banda Virgen de la Caridad, José Antonio Martínez, llevo a cabo con la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros, agrupación que tuvo algunos problemas con su grupo de tambores durante el recorrido al ir formado por un solo timbal, el cual era la primera vez que tocaba en las procesiones, cinco niños tocando el tambor de unos once años y un tambor adulto encargando del grupo, ante la ausencia de su responsable que tocaba en la misma procesión pero dos agrupaciones por detrás de esta. En definitiva, todo ello, más el cansancio de la larga procesión de Viernes Santo, ocasionó que al final del recorrido la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros, que llevaba la imagen del Cristo Yacente, tuviera que parar y esperar la llegada de tambores que desfilaban con la agrupación anterior, siendo éstos los de la banda Virgen de la Caridad, dirigidos por José Antonio Martínez, el mismo que fue avisado del problema por uno de los organizadores de la procesión y al que también le pidieron que mandara a dos de los integrantes de su banda hacia la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros para que esta pudiera reiniciar su marcha.

Jose Antonio, ante el problema existente, reorganizó a sus tambores para que la agrupación de María Magdalena, a la que iban marcando el paso durante toda la procesión, pudiera desfilar los metros finales y por lo tanto entrar a la iglesia sin ningún tipo de problema, mientras que él y unos de los miembros de su banda se dirigieron rápidamente hacia la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros, los cuales una vez allí, comenzaron a tocar junto al único tambor que en esos momentos tocaba en dicha agrupación, pudiendo así reactivar de nuevo su marchar y desfilar sin ningún problema hasta el templo del Rosario, gracias también a la incorporación en los metros finales del recorrido de dos timbales uno procedente de la agrupación de la Dolorosa y el otro procedente a la banda Virgen de la Caridad.

Finalmente, una vez que el tercio de penitentes de la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros quedó perfectamente dentro de la iglesia, el responsable de esta banda, José Antonio Martínez y dos integrantes de la misma, volvieron a salir de la iglesia para marcar el paso a los portapasos de la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros que portaban la imagen del Cristo Yacente, para que estos también pudieran entrar al templo del Rosario sin ningún tipo de problema.

Para finalizar, José Antonino Martínez quiere agradecer las muestras de cariño y agradecimiento que han tenido con él y con la banda el hermano mayor de la Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de los Mineros y sus comisarios, algunos miembros de la corporación municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de La Unión, policías locales que escoltaban a la imagen del Cristo Yacente e individualmente algunos penitentes y portapasos de la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros de La Unión. José Antonio se encuentra muy orgulloso de haber podido ayudar a la agrupación del Santísimo Cristo de los Mineros, de la que hace unos años era el responsable de su grupo de tambores, pero de la que decidió marcharse hace dos años, entre otras muchas causas, por su falta de entendimiento con su anterior junta directiva, ya que José Antonio es sobre todo amante de la Semana Santa en general.