La sede de IU en La Unión aparece con pintadas neonazis
La sede de Izquierda Unida en La Unión ha amanecido con pintadas de un claro carácter político y violento, con alusiones directas a la formación y pidiendo la libertad de un intengrante de una banda nazi de Madrid condenado por asesinato. Este incidente se une a los daños sufridos en su domicilio y vehículo por el edil unionense de IU hace unas semanas.
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El comunicado remitido por Izquierda Unida-Verdes de la Región de Murcia reza lo siguiente:
En un acto que no se puede calificar sino de violencia política y vandalismo, un grupo ultra de filiación neonazi ha cubierto de pintadas amenazantes la fachada de la sede de IU La Unión. En las pintadas, se insulta a la organización y se reivindica la libertad de Josué, miembro de una banda nazi madrileña condenado a 26 años de cárcel por el asesinato en el metro de Madrid de Carlos Palomino en el año 2007.
Se da la circunstancia de que esta agresión sucede a otra, la sufrida hace un par de meses por el concejal de IU Miguel Ángel Cárceles, en la que tanto el vehículo como la vivienda del concejal sufrieron daños de consideración. Independientemente de la relación que pudiera existir entre ambos hechos, lo cierto es que revelan un clima de violencia política e intolerancia, protagonizada fundamentalmente por la ultraderecha de matriz nazi y racista, a la que el sistema democrático ha de poner coto.
En este sentido, tanto estas agresiones como las que en distintos lugares de la región han protagonizado grupos de carácter neonazi, ponen de manifiesto el relativo clima de impunidad con que se desenvuelven. Es precisa una contundente actuación policial y judicial, que hasta ahora no se ha desarrollado, para acabar con estas agresiones que perpetran los liberticidas.
IU de La Unión ha interpuesto la pertinente denuncia ante la Guardia Civil de La Unión a fin de que se esclarezca la autoría de este hecho delictivo en su sede, dejando constancia de que no se trata tan sólo de un acto de vandalismo sufrido por una fuerza política, sino de un ataque a las libertades y a la democracia, es decir, a la libertad y seguridad de todas y todos. Es un atentado a la convivencia, y como tal debe ser perseguido y sancionado, comenzando por poner fuera de la ley a aquellas organizaciones que hacen apología del nazismo, del racismo y de la violencia como medio de conseguir los objetivos políticos.