La madre de Gabriel  llevó a cabo la pasada semana un llamamiento a la ciudadanía para inundar las redes sociales, coches, ventanas, etc. de pescaditos porque al niño le gustaba el mar y así se pretendía ablandar el corazón de las personas que entonces se pensaba que lo tenían secuestrado. Los niños del Centro de Atención a la Infancia de la calle Rojo El Apalgatero se multiplicaron el viernes elaborando numerosos dibujos, en los que pusieron todo su cariño y esperanza. Al final, por el trágico desenlace, no servirán para la idea inicial, pero sí como homenaje y memoria al pequeño ‘Pescaíto’ de 8 años de Las Hortichuelas, de Níjar (Almería).