Domingo de Resurrección. Sin duda, la coincidencia con el día no pudo ser más apropiada. Una mujer avisa a la Policía Local de La Unión de que su padre, de 89 años de edad, había quedado inconsciente mientras se bañaba, cayendo al suelo. Al llegar, comprueban que no respiraba y que estaba sin pulso. Sacan al hombre de la ducha y lo secan, a la vez que se avisa al servicio de Emergencias 112, comenzando los policías a practicar masajes para su reanimación, la cual se consuma cuando llegando los sanitarios, siendo trasladado el enfermo al hospital de Santa Lucía. La doctora felicitó a los agentes por su actuación. “En once años que llevo en el cuerpo ha sido el servicio más impactante en el que me he visto envuelto”, expresa uno de los tres policías.

Ahora, el deseo de los tres policías que participaron en el auxilio a este vecino del casco urbano de La Unión es que se recupere plenamente, pero queda la satisfacción de que la actuación que llevaron a cabo evitó, muy posiblemente, su fallecimiento, pues el propio equipo médico del SUAP que acudió al lugar consideró que los trabajos de reanimación cardiopulmonar aplicados (masaje y ventilación) habían sido cruciales para mantener la esperanza, recuperando esta persona el ritmo cardiaco cuando fue enchufado a la máquina por la unidad móvil sanitaria.

Un dato a reseñar es que los policías locales fueron a aplicar el defibrilador a esta persona al ver su estado, pero la máquina no ordenó la descarga, pues, por lo que nos informan, ésta no es aconsajable aplicarla cuando no existe pulso ni respiración.