La fotografía muestra a tres generaciones de unionenses que se han transmitido los conocimientos de aguja e hilo de madres a hijas.

Amelia González Padilla y Quintina Martínez Ibáñez, quienes en la actualidad cuenta con 83 y 87 años de edad, respectivamente, recibieron los conocimientos de la buena costura de sus madres, "en aquellos tiempos en que se aprendía a coser con candil", recuerdan. Eran vecinas de La Unión y trasladaron sus conocimientos a sus hijas, Juana María Heredia González y María Gádor González Martínez, quienes comparten esa afición artesana de forma conjunta, como se reflejó en el mercadillo que organizó hace unas semanas El Almacén Lounge Café, donde lucieron diversos productos artesanos (pañuelos, objetos de bebé, etc.), entre los que lucen algunos de claro sello minero, especialmente de la Semana Santa, con penitentes del Cristo de los Mineros, San Juan o La Dolorosa, entre otros. Acaban de entrar en este círculo de artesanos, que les ha causado gran sensación, a la vez que siguen con la tradición de transmitir los conocimientos. La prueba es Gádor Alajarín González, hija de una de ellas que también estaba presente en la conversación y que desde pequeña ya conoce los secretos de bordados, bolillo o punto de cruz, entre otros.