Los espectadores no terminaron de conectar con el flamenco de Carmen Linares, cuya simpatía lució después en la Avenida del Flamenco tras descubrir su 'Lámpara'.

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El arte flamenco de Carmen Linares es indiscutible, pero en ocasiones no termina de enganchar con los espectadores, como sucedió anoche ante un público, que en esta ocasión, no llenó la Catedral del Cante. También se notó menos ambiente en la Avenida del Flamenco esa noche. Al respecto, hubo quien criticó que celebrándose el certamen unionense también hubiese un espectáculo flamenco en la misma noche cerca, en concreto en Los Alcázares dentro de la Semana de la Huerta, "no creo que esa coincidencia favorezca a ninguno".

La Unión de Hoy, como ha hecho con otros artistas, preguntó a algunos espectadores sobre el espectáculo al que habían asistido. Todos, de una u otra forma, consideraban que no habían disfrutado como esperaban. "Ha ido de menos a más, mejorando cuando se ha apoyado en el resto de artistas que la acompañan", indicaba Ángel, quien no ocultaba su predilección por los cantaores masculinos sobre el femenino, "no es machismo y quizás está feo decirlo, pero en las muchas ocasiones que he asistido a concierto siempre me ha producido más efecto las voces de unos que de los otros".

Un grupo de tres mujeres también decían que estaban algo decepcionadas, "Carmen Linares ha estado un poco seca, parecía que se entregaba poco", mientras que otro grupete femenino con la misma cifra de integrantes explicaba que la cantaora "siempre ha tenido la voz rota, lo que no es novedad, pero no me ha gustado que cuando se pone a cantar unas alegrías, donde tiene que subir el tono, se apoye entonces en la palmera".

También los hubo que destacaban que la artista "es sentimiento por encima de otras facetas y con eso hay que quedarse". El grado de conocimiento flamenco de unos u otros afectaba a los comentarios, entre los que también había quienes entraban en comparaciones ("después de asistir al concierto de Poveda casi todos me decepcionan"), quienes recurrían a la trayectoria ("Carmen ha sido una grande y se nota que quien tuvo retuvo") y para los que lo importante es el Festival ("vengo cada año a vivir el ambiente, actúen quien actúe ese día").

Carmen Linares destapó tras su actuación la 'Lámpara' de la Avenida del Flamenco arropada por el séquito oficial. Tras mostrar su agradecimiento, recorrió los stand de la Avenida del Flamenco derrochando simpatía con todos los que hablaba, fotografiándose sin problemas con los que se lo pedían y saboreando los vinos de la tierra.