Sara Baras 'dejó de piedra' al público del 54 Festival Internacional del Cante de las Minas que llenó 'la Catedral' para contemplar una brillante fusión de la mitología griego y el flamenco.

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Medusa sufrió la condena de convertir en piedra a aquellos que la miraban. Sara Baras vivió la satisfacción de dejar 'de piedra' a aquellos que la contemplaron anoche como personaje principal del espectáculo que lleva el nombre de esta bella sacerdotisa del templo de Atenea a quien Poseidón, rey del mar, violó en un acto de locura desposeyéndola de su pureza. La diosa de la guerra la condenó al destierro, donde, con la cabeza llena de serpientes, petrificaba a quien la miraba, una transformación que la artista gaditana (San Fernando, 1971) llevó a cabo durante la hora y media de puesta en escena a través del baile y sus dotes interpretativas, que en varias ocasiones la lleva a raptar por el escenario y en otras a desgarrar el momento con sus tacones.

La mitología versus drama clásico quedó fusionado con el movimiento del mundo flamenco en un espectáculo denominado como 'Medusa, la guardiana', en el que las sensaciones llegaban continuamente al espectador a través del baile, las telas, la expresividad, la plasticidad y la música, cuya dirección corre a cargo de Keko Baldomero, siendo otros protagonistas David Martín (Poseidón), José Serrano (el joven Perseo que cortó la cabeza de Medusa) y Juan Carlos Vellido (su voz polariza la parte narrativa de la obra). Y, por supuesto, recordar que Sara Baras es la directora y coreógrafa de su propia compañía.

El templo de Atenea es el marco de la primera parte de 'Medusa, la guardiana'. Una inocente doncella baila con la dulzura y vitalidad de la juventud, mientras que, tras ser forzada por Poseidón, la oscuridad invade el escenario y Medusa (Sara Baras) muda su expresión de niña por la de mujer ultrajada, abandonada y llena de rabia. Una vez más Sara Baras, renacida de la tragedia y convertida en una mujer mortal, hermosa y tentadora como el más dulce de los pecados, no dejó a nadie indiferente colmando las expectativas generadas.

Quizás para los puristas del flamenco existan sus 'peros', pero bien es cierto que Sara Baras se reinventa cada año y llega cada vez a más público. Con espectáculos como el de anoche en La Unión el flamenco también crece.