El esperado espectáculo 'Tauromaquia flamenca', que fusionó el toreo con el cante con Javier Conde, Estrella Morente y Arcángel, fue de menos a más hasta concluir de forma apoteósica.

Era un espectáculo inédito en la historia del Cante de las Minas cuya celebración se ha ganado su página entre los capítulos más brillantes del festival. El marco fue una abarrotada plaza de 'La Cartuja' con más de doscientas personas ansiosas de ser testigos de la anunciada fusión del toreo con el cante. Javier Conde y tres astados, por un lado; y las voces de su esposa, Estrella Morente, y de Arcángel, por otra. La calidad a priori era incuestionable, la cuestión era ver si fusionados el resultado era el propio de una suma o si la fórmula no iba a terminar de cuadrar.

Mal empezó la cosa, pues el primer toro resultó malo para la lidia de Javier Conde en una primera faena llena de despropósitos, pues ni las banderillas estuvieron bien colocadas ni la entrada a matar fue acertada y encima planeó la tragedia con el caballo de picar, que fue derribado por el astado al engancharse un cuerno en la brida y empujar hasta que cayó. El equino quedó inmóvil unos minutos y se temió por su vida. Por fortuna, quedó en un susto. Arcángel no llegó a 'arrancarse' en momento alguno ante el panorama. Así que más vale correr un tupido velo sobre este primer toro y centrarse en el resto de la tarde-noche.

La historia cambió con el segundo y la voz de Arcángel surgió para acompañar una brillante faena de Javier Conde, quien se fue creciendo hasta dominar todo lo que ocurría en la arena. Valga la anécdota de que en un momento determinado exclamó: "¡Quieto ahí ya, hombre!"… y el astado se arrodilló ante el torero.

Y si el segundo fue bueno, el tercero resultó mejor, contribuyendo a un final apoteósico en el que se sucedieron los ¡olés¡ y en el que las voces de Arcángel y Estrella Morente 'toreaban' con el maestro. En un momento determinado, la cantaora granadina le dedicó una ligeramente versionado bolero 'Mira que eres linda' (por el "mira que eres lindo, que precioso eres, no hay en el mundo torero más guapo que tú") a su esposo, quien puso la guinda a la faena al entrar a matar. Conde había dedicado esta lidia a Enrique Morente y su homenaje no pudo ser mejor. Tras concluir, el matador se situó en el centro de la plaza, de la que cogió arena con sus manos, antes de ponerse en pie y ser el epicentro de la mayor de las ovaciones. Rechazó las orejas y rabo que le fueron a entregar. No era el momento ni el premio, que sí fue el cariño que le tributaron todos los presentes tras su actuación de ochenta minutos.

El espectáculo se prolongó diez minutos más al bajar a la arena los dos cantaores, quien siguieron con sus voces deleitando al público. Cerraron cantando "Tres puñales", como lo fueron Javier Conde, Estrella Morente y Arcángel. Ole, ole y ole.

Al finalizar l 'Tauromaquia flamenca', el alcalde de La Unión ha entregado un cheque con la donación que ha realizado el matadero 'La Plata' de Murcia por la carne de los toros lidiados al presidente de la junta local de la Asociación Española contra el Cáncer en La Unión, José María Alcalde Méndez.