Escrito por Karma. Foto: Antonio Meroño 'Jayam'. 6 de agosto de 2018, lunes
La jerezana María Terremoto, con sólo veinte años de edad, demostró en su estreno en la Catedral del Cante por qué está considerada una de las grandes promesas del flamenco.
"Estoy disfrutando como nunca", dijo poco antes de concluir su actuación quien también hizo disfrutar a los aficionados, muchos de los cuales la despidieron puestos en pie.
Este fruto de gran estirpe flamenca comenzó como un torbellino de fuerza y duende jerezano con unos martinetes que sirvieron para llenar de profundo y ortodoxo quejío al patio unionense. El paso por la soleá por bulerías sirvió como antesala del plato fuerte que traía la Terremoto al Antiguo Mercado Público de La Unión.
La jerezana tiró por los cantes y palos más representativos de su Andalucía natal tocando varios palos en lo que La Terremoto demostró casta, garganta y las cualidades que le han servido para ser declarada el más firme joven valor del flamenco actual. Entre tientos rematados por tangos y fandangos María fue acariciando la sensibilidad del respetable que añadía más vítores y aplausos al final de cada intervención de la cantaora.
Pero no sólo de cantes de dolor vive María Fernández Benítez, su fin de fiesta quiso elevar el ánimo de los asistentes con una serie de tientos-tangos, fandangos y cierre con bulerías de su tierra, Jerez de la Frontera. Fueron 75 de puro y prometedor flamenco.